Cuerpo extraño en la córnea
La córnea es la capa transparente en la parte frontal del globo ocular. Enfoca la luz y ayuda a proteger el ojo contra el polvo y los gérmenes. Es posible que un cuerpo extraño quede alojado en la córnea. Una partícula de suciedad o arenilla no suele representar mayores problemas, pero cualquier objeto de metal o que perfore la córnea puede causar daños graves. Por ejemplo, la córnea puede dañarse con objetos extraños que entran al ojo cuando se pulen metales. En este caso, los pedazos pequeños de metal se introducen en el ojo a gran velocidad.
Cuándo debe acudir a la sala de emergencias
Cuanto más espere, mayor será el peligro de que se lesione o contraiga una infección. Consiga tratamiento médico de emergencia inmediatamente en cualquiera de los siguientes casos:
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Una partícula en el ojo que no logra quitar con agua.
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Un ojo que queda muy hinchado o adolorido después de extraer el objeto.
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Un objeto incrustado en el ojo. Cubra ambos ojos con una compresa estéril y llame al 911.
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Si la córnea está de color blanco o nublada.
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Si hay sangre en el ojo (hipema) entre la córnea transparente y el iris coloreado.
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Tiene problemas de visión.
Qué puede esperar en la sala de emergencias
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Un proveedor de atención médica le hará preguntas sobre la lesión y le examinará el ojo.
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Es posible que le den colirio para aliviar cualquier molestia leve.
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Puede que le examinen el globo ocular mediante un microscopio con una luz intensa. El proveedor puede ponerle un colorante especial (fluoresceína) en la córnea para ver con más claridad el objeto incrustado.
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Si el objeto extraño está suelto, el proveedor lo extraerá con un hisopo de algodón, con agua para irrigar el ojo o, en ocasiones, con una aguja, una cuchara o un taladro pequeños.
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Es probable que las lesiones graves sean tratadas por un especialista en ojos (oftalmólogo).
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Le recetarán gotas antibióticas para los ojos y, posiblemente, analgésicos si le dan el alta para ir a su casa.
Seguimiento
Llame a su proveedor de atención médica si nota cualquiera de los siguientes síntomas después de regresar a su casa:
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Tiene fiebre de 100.4 °F (38 °C) o más alta, según lo que le haya indicado el proveedor de atención médica
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Aumento del enrojecimiento o el dolor en el ojo
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Secreción procedente del ojo
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Visión borrosa o disminuida
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