Reparación abierta de aneurisma en la arteria subclavia
La reparación abierta de aneurisma en la arteria subclavia es un tipo de cirugía que se usa para reparar el aneurisma de la arteria subclavia mediante uno o varios cortes (incisiones). La arteria subclavia transporta sangre del corazón a los brazos. Un aneurisma es una dilatación parecida a un globo que se forma en la pared de una arteria. Si una parte de la pared de la arteria adelgaza y se debilita, puede formarse un aneurisma. Con el tiempo, el aneurisma puede aumentar de tamaño hasta el punto de reventar (romperse). Esto puede provocar un dolor muy intenso y hemorragia. Aunque el aneurisma no se reviente, la sangre puede quedar atrapada en su interior y formar un coágulo. El coágulo puede obstruir el flujo sanguíneo al brazo y provocar síntomas como dolor en el brazo o la mano. Si una parte del coágulo se desprende y circula hasta el cerebro, puede producirse un derrame cerebral. Para evitar que ocurran estos problemas es necesario reparar el aneurisma.
Preparativos para la cirugía
Prepárese siguiendo las instrucciones que le hayan dado.
Informe a su proveedor de atención médica sobre todos los medicamentos que usa. Quizá tenga que dejar de usar algunos medicamentos o todos antes del procedimiento. Por ejemplo:
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Medicamentos que inhiben la coagulación de la sangre (anticoagulantes)
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Todos los medicamentos recetados
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Medicamentos de venta libre, como aspirina e ibuprofeno
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Drogas ilegales
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Hierbas medicinales, vitaminas y otros suplementos
Informe al proveedor de atención médica la siguiente información:
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Si tiene alergia o intolerancia a cualquier medicamento, incluidos los antibióticos
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Si fuma o bebe alcohol con regularidad
Siga las instrucciones que le hayan dado sobre el tiempo que debe estar sin comer ni beber antes de la cirugía.
El día de la cirugía
La cirugía dura entre 2 y 4 horas.
Antes de que comience la cirugía:
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Le pondrán una vía intravenosa en una vena del brazo o la mano. Por allí le administrarán líquidos y medicamentos.
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Para evitar que sienta dolor durante la operación, le aplicarán anestesia general. Este medicamento le inducirá un estado de sueño profundo a lo largo de la cirugía.
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Es posible que le coloquen un tubo delgado (sonda) en la vejiga para drenar la orina. Se lo puede usar durante la cirugía y por algún tiempo después.
Durante la cirugía:
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Para reparar el aneurisma, se realizan uno o varios cortes (incisiones). Estos podrían hacerse en el cuello, el pecho o el brazo.
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Pueden extirparse (extraerse) el tejido muscular o hueso circundante (por ejemplo, una costilla) si está ejerciendo presión en la arteria y provocando síntomas.
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Le administrarán anticoagulantes (diluyentes de la sangre) por la vía intravenosa para ayudar a prevenir la formación de coágulos de sangre.
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La arteria se pinza encima y debajo del aneurisma para detener el flujo sanguíneo.
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Se abre el aneurisma y se extraen los coágulos de sangre de su interior.
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A continuación, se usa un injerto (vaso sanguíneo sustituto) para realizar la reparación. El injerto puede ser un tubo hecho de una tela especial. También puede ser tejido tomado de su propio cuerpo. Si se utiliza tejido de su cuerpo, se toma generalmente de una vena de la pierna.
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El injerto se cose a las partes sanas de la arteria, en ambos extremos del aneurisma. A continuación se cosen las paredes del aneurisma sobre el injerto. (En algunos casos se extirpa la parte de la arteria que contiene el aneurisma).
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También es posible que se ligue el aneurisma en ambos extremos. A continuación, se sutura el injerto por encima y debajo del aneurisma. Esto se denomina derivación vascular (bypass). Se desvía el flujo sanguíneo para que rodee la parte de la arteria que contiene el aneurisma.
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Una vez terminada la reparación, se retiran las pinzas. De esta manera, se restablece el flujo sanguíneo por la arteria.
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Las incisiones en la piel se cierran con puntos o grapas. Es posible que se coloquen unos pequeños tubos (drenajes) cerca de las incisiones. Esto ayuda a recoger el líquido que puede acumularse después de la cirugía.
Recuperación en el hospital
Después de la cirugía, podría tener que quedarse en el hospital de 3 a 4 días. Mientras se encuentre en el hospital:
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Podrían hacerle estudios por imágenes para garantizar que el injerto funcione correctamente.
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Le quitarán el tubo de drenaje de la orina.
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Le darán medicamentos (analgésicos) para controlar el dolor que tenga. Informe a sus proveedores si sigue con dolor.
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Le enseñarán técnicas para toser y respirar a fin de mantener despejados los pulmones.
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Tan pronto como sea capaz de hacerlo, tendrá que levantarse y caminar durante breves períodos. Contará con la ayuda de un fisioterapeuta o enfermero.
Cuando le llegue la hora de irse, pida a un familiar o a un amigo adulto que lo lleve a casa. Además, consiga a alguien que lo ayude en casa durante unos cuantos días.
La recuperación en el hogar
Una vez en casa, siga todas las instrucciones que le hayan dado. Asegúrese de hacer lo siguiente:
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Tome todos sus medicamentos de la forma indicada.
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Cuide las incisiones según las instrucciones.
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Revise los sitios de incisión para ver si tienen señales de infección (lea más adelante).
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Evite levantar objetos pesados o hacer actividades enérgicas, según las indicaciones.
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Camine por lo menos unas cuantas veces al día. Vaya aumentando lentamente la distancia y la intensidad conforme se sienta capaz de hacerlo.
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Evite conducir un automóvil hasta que el proveedor le diga que puede hacerlo. No conduzca vehículos mientras esté tomando medicamentos que le puedan producir somnolencia o sueño.
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Si fuma, busque ayuda para dejar de hacerlo. Así, disminuirá el riesgo de daño a otros vasos sanguíneos. Además, el cuerpo se recuperará mejor.
Cuándo debe llamar a su proveedor de atención médica
Llame a su proveedor de atención médica si tiene alguno de los siguientes síntomas:
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Aparición o agravamiento del dolor de pecho o dificultades para respirar
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Fiebre de 100.4 ° F ( 38 ° C) o más alta, o según le indique el proveedor
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Reaparición de los síntomas anteriores
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Signos de infección en los sitios de incisión, como más enrojecimiento o hinchazón (inflamación), calor, mayor dolor, hemorragia o drenaje con mal olor
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Dolor que empeora o no puede controlarse con medicamentos
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Dolor, entumecimiento u hormigueo en el brazo, la mano o los dedos
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Latidos cardíacos rápidos, fuertes o irregulares
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Dolor o hinchazón de las piernas
Visitas de control
Tendrá una visita de seguimiento con el equipo quirúrgico dentro de 2 a 3 semanas. En esta cita, el equipo quirúrgico evaluará su recuperación. También le quitará los puntos o grapas, si es necesario.
Riesgos y complicaciones posibles
Algunos de los riesgos y posibles complicaciones son los siguientes:
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Sangrado.
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Infecciones.
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Formación de coágulos de sangre.
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Accidente cerebrovascular.
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Problemas con el injerto. Estos incluyen desplazamiento del injerto de su posición original o formación de coágulos de sangre en el injerto.
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Lesiones en los vasos sanguíneos, músculos, huesos u órganos cercanos.
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Colapso del pulmón del lado del aneurisma. Es posible que durante un período corto sea necesario introducirle un tubo en el pecho para permitir que el pulmón vuelva a expandirse. Es probable que le quiten el tubo antes de que se vaya a su casa.
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Lesión en el nervio que se dirige al diafragma. Esto puede provocar problemas respiratorios.
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Lesión en los ciertos nervios que afectan los ojos y la cara, lo que provoca el síndrome de Horner. Los síntomas de este síndrome incluyen la caída parcial del párpado y constricción de la pupila (pupila pequeña).
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Acumulación anormal de líquido alrededor de los pulmones.
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Riesgos de la anestesia.
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